Los juguetes educativos son siempre una gran idea y más si se trata de un mini laboratorio de creación que estimule la imaginación. Esa es la idea con la que probamos el kit electrónico LittleBits y que en cierto modo simplifica y acerca -de forma segura- el mundo de la electrónica a los más pequeños.
Los diferentes kits incluyen pequeños módulos que se conectan unos con otros mediante un sistema magnético que además de ser rápido y sencillo, evita conectar las piezas de forma errónea. Cada módulo cumple una función especifica y combinándolos se pueden montar alarmas, detectores de luz o sonido, medidores de intensidad, transmisores y receptores de señales analógicas o digitales y muchas más cosas.
La única pega es que su precio -150 euros- es algo elevado para ser un juguete y puede salir más caro si después le gusta y termina queriendo hacer una ingeniería o ser astronauta, pero eso ya es otra historia.
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